La Orden.

01.01.2014 20:08

Dentro de la trama del siniestro pueblo de Silent Hill existe un culto religioso conocido simplemente como La Orden. La Orden es la fuente primaria de lucha en la mayoría de los juegos, y son responsables de muchos dilemas de los protagonistas frente a la serie. La Orden a menudo recurre al asesinato, secuestro, tortura y otros actos de extrema violencia para satisfacer sus necesidades. Aunque no todos sus miembros están locos o son violentos, muchos de ellos si lo son. Muchos miembros se vuelven locos por sus métodos y también por la excesiva crueldad de los mismos.

La aparición de la Orden es frecuente en todos los juegos, y está profundamente arraigada en la historia de Silent Hill y su cultura. Ellos son responsables de la inmolación de Alessa Gillespie y su ascenso al poder, así como de los intentos de contener al dios de su religión. El Sello oficial de la secta se conoce como el Halo del Sol, y está presente a menudo en presencia de miembros de la secta, en especial mientras se realizan los rituales. La Orden se inspira y toma elementos de otras religiones, tales como los orígenes del cristianismo, el folklore japonés, los rituales aztecas, nativos y las creencias de América. La Orden adora a entidades del Otherworld (Otro Mundo) de Silent Hill, que creen que la base de la Fe es la encarnación de su dios, el cual a menudo es representada como una mujer, creencia que según se afirma se encuentra en la base de todo el culto. Su religión tiene una gran variedad de ángeles y santos, entre ellos: Valtiel, Metatron, Lobsel Vith, Xuchilbara. El objetivo principal de la Orden, es anunciar el apocalipsis y ofrecer a los fieles el paraíso. Este paraíso significa muchas cosas diferentes para diferentes miembros, pero los objetivos siguen siendo los mismos.

Algunos participan en la secta de manera activa, mientras que otros simplemente se preparan para lo inevitable. Como se ha dicho en varias ocasiones, la Orden no cree en términos de "bien" o "mal", sólo en el "caos" y el "orden". Sus formas para garantizar el orden son realmente crueles y brutales. Para asegurar la lealtad y la disciplina, muchos niños bajo el cuidado de la Orden son tratados con crueldad y disciplinados con dureza. La vida humana es insignificante para ellos, ya que están más que dispuestos a sacrificar y matar para apaciguar a su dios. Sus habilidades ocultas y aparentemente mágicas son sobrenaturales y más que inexplicables, ya que muchos de sus rituales arcanos producen efectos que desafían toda lógica. Su vínculo con las fuerzas del Otro Mundo también son muy fuertes, ya que algunos miembros de la Orden pueden incluso ir tan lejos como para manipular a un alto grado de personas.

Una secta sin nombre derivada de la Orden, reside en el pueblo vecino de Shepherd's Glen. Esta secta corresponde a un grupo disidente, después de haber roto con el núcleo de la Orden para vivir una vida mucho más tranquila y estable. Aunque se encuentran separados de la Orden, muchas de las creencias fundamentales aún se mantienen, incluyendo la fe en su dios y el deseo de la disciplina. Las familias fundadoras que componen esta secta hicieron un pacto con su dios, el cual consistía en que cada una de las cuatro familias debía sacrificar un niño cada 50 años. Estas familias correspondían: Shepherd, Holloway, Bartlett, y Fitch. Con Adam Shepherd incumpliendo su parte del pacto, el acuerdo se rompió, y Shepherd's Glen sufrió los estragos del Otro Mundo. Los miembros incluyen a Curtis Ackers, Adam Shepherd, Sam Bartlett, Martin Fitch.